Un día
lunes como cualquier otro, Nicolás, dueño de una fábrica de remeras, se
encontraban en el mismo lugar porque era hora de hacer ciertos arreglos
Llevaba casi dos días intentando reparar
una maquinaria que era la que estampaba las remeras, que por cierto se había
roto porque una remera había quedado dentro de la misma.
Luego de arduas
horas de trabajo Nicolás se dio cuenta que la máquina no tenía arreglo, o que
tal vez necesitaría de la ayuda de alguien más, por lo que decidió llamar a su
padre, quien había sido dueño de otras tantas fábricas de remeras.
El
padre de Nicolás, Federico, llego 2 días después, ya que vivía en otra
provincia.
Al llegar a la fábrica encontró a su hijo
cansado y agotado, por la tarea que le había llevado intentar el arreglo de la
máquina.
Federico comenzó a recorrer la fábrica ya
que el era casi un especialista, y notó que la mayor parte de las maquinarias
tenían por lo menos una mínima falla.
Al notar esto, el padre comenzó a
preguntarse y a preguntarle a Nicolás porque habría sucedido tal cosa, ya que
eran máquinas nuevas y de buena calidad.
Nicolás, al ver tal cara de preocupación de
su padre, decidió contarle la verdad, y decirle
que posiblemente había un defecto en las mismas, ya que estaban subutilizadas porque la
venta de remeras había decaído y, en caso de mantenerse esa
situación en el tiempo podría llevar a la
quiebra de la misma fábrica.
El padre no podía creerlo,
sentía
que su hijo había fracasado, en algo que él había llevado consigo mucho tiempo.
Luego de advertir el
estado de las cosas, el padre decidió volver a
su provincia para informarle a su mujer, Francisca, madre de Nicolás, lo que
había sucedido.
Al llegar Federico a casa lo primero que hizo fue informarle a
su mujer lo sucedido, ella no pareció darle importancia, porque sabía que su
hijo iba a salir adelante como siempre lo había hecho.
Esto lo sorprendió a él, por lo que decidió
regresar y ayudar a su hijo .Al regreso impuso ciertas tareas que debían
hacerse para que la fábrica diera resultado.
Le
propuso a Nicolás que reclutara personas capaces de a hacer trabajos manuales en la fábrica hasta que se repararan las maquinarias, proponiéndoles
un contrato de trabajo, luego
de un período inicial de adiestramiento en la empresa y del arreglo de las
maquinarias. Su padre también le solicitó que comunicara el cierre de la fábrica por un período de tiempo, y el
motivo.
El plan funcionó muy bien como Federico se
imaginaba, en un mes la máquina pudo ser
reparada y también los defectos mínimos de las demás maquinarias.
No sólo fue beneficioso para padre e hijo, sino también para personas desempleadas
que gracias a este problema consiguieron trabajo, personas que no podían cubrir las necesidades
básicas como alimentarse y vestirse, gracias a este “problema” se produjo un
importante cambio en la vida de ellas.
La fábrica
salió adelante, cada vez era mayor la demanda esto trajo como consecuencia que pudieran
ampliarse las instalaciones de la empresa y se aumentara la producción de remeras.
Debido a este crecimiento, Federico decidió
ir a vivir con su mujer y su hijo a la misma provincia, donde tenían la
fábrica, esto no solo los hizo personas adineradas, sino también los unió como
familia, ya que todos dedicaban su tiempo a la fábrica y eran felices
haciéndolo juntos.
Federico aprendió que no debía juzgar a las
personas y menos a su hijo, y de ahí en adelante decidió apoyarlo en toda decisión
que tomara, porque como su madre decía, Nicolás siempre iba a salir adelante.
Francisca decidió apoyar más a su marido y a su hijo, en este trabajo, tan
importante para los dos, no sólo porque los había hecho crecer materialmente,
sino porque los había hecho crecer como familia.
Nicolás aprendió la lección más importante,
así como él había necesitado ayuda,
habían muchas personas que también la requerían, y se sintió feliz de haber
sido él quién se la brindó, con
ayuda de su familia. Se dio cuenta que las necesidades de las demás personas
eran tan importantes como las de él, y gracias a esas personas en gran parte él mantenía en ese momento su negocio en pie, lo que le permitía ofrecer nuevos puestos de trabajo las personas más necesitadas
en la medida que la producción siguiera creciendo como hasta ese momento,
personas que siempre eran bienvenidas.
JULIETA BULLAUDE -Escuela Normal - 5º4º- -2012 © all rights reserved
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